Inevitablemente, la celebración en Venezuela del Día del Repuestero Automotriz este 28 de abril del 2021, no puede desligarse de un hecho que sigue incidiendo con fuerza e importancia en el presente y el futuro de la nación. Y tiene que ver con su economía, su transformación social y, desde luego, lo que habrá de acontecer con lo que el propio país va a decidir, con base en su actividad petrolera e industrial en general.
Desde luego, tales posibilidades dependerán de lo que determinen quienes tienen y tendrán a su cargo la seria responsabilidad de la gobernabilidad. Pero también de lo que ellos dispongan con respecto a lo que dentro de dicho proceso, significará el desempeño empresarial y laboral venezolano.
En materia automotriz, el país dispone de una infraestructura industrial, comercial y laboral que, desde luego, se refleja en lo que se registra con motivo de la celebración de este día. Sin embargo, tal ventaja está inevitablemente relacionada con la disposición a los cambios y la modernización sectorial, como a la necesaria interrelación que habrá de producirse, después que se generen las ansiadas como inevitables formas de nuevos negocios y empresas pospandemia en la globalización económica.
La Cámara Nacional de Comercio de Autopartes (Canidra), desde el año pasado, ha venido ocupándose precisamente del tema. Y hoy, una vez más, inevitablemente, lo abordará aprovechando el momento de la celebración del Día del Repuestero Automotriz, como la conversión de replanteamientos que han emergido ante las deficiencias que se han generado ante el suministro nacional de combustible para vehículos y maquinarias.
Tales replanteamientos obedecen a la generación de respuestas ante un mercado que debe atenderse, pero también como demostración de la identidad del emprendimiento sectorial venezolano con lo que traduce el abastecimiento de artículos indispensables, en un país en donde el elemento transporte de bienes y de mercancías, como la movilización familiar, tienen que ser satisfechos a plenitud. Es decir, de la misma manera como, de hecho, han sido atendidos por sobre las restricciones que se han suscitado durante el último año, apoyándose en la producción interna, como en el suministro internacional, y la incansable participación del empresariado sectorial del país.
Avanza el 2021 y empresarios, trabajadores y la propia comunidad de compradores de repuestos se desenvuelven de acuerdo a las nuevas características de la relación que ha emergido después que el coronavirus se hiciera presente. Los gobiernos deciden, los ciudadanos obedecen y, a la par, se suscitan las más variadas opiniones de parte de los investigadores, como de quienes, profesionalmente, se están ocupando y dedicando a diseñar nuevos sistemas de convivencia y de actividad productiva, comercial y de distribución.
En Venezuela, como hecho relevante e innegablemente valioso desde el punto de vista social, económico e histórico, la celebración del Día del Repuestero Automotriz, adicionalmente, abre las puertas para una justa, meritoria y digna valoración de cómo un comienzo y una evolución de esfuerzos hermanados hizo posible el avance de la economía del país. Y tiene que ver, desde luego, con la presencia en el país de una diversidad de migrantes, como de migraciones que luego habrían hecho posible, entre otras actividades, el comercio automotriz, el de repuestos, el mantenimiento sectorial, además de otras ramas de la para entonces incipiente economía venezolana.
Las razones por las que hoy se produce la celebración a la que se refiere Canidra, desde luego, va mucho más allá de un tratamiento fugaz de un acontecimiento de apenas un día. Incluye el reconocimiento a familias provenientes de diversas partes del mundo, pero también a las generaciones que prolongaron dicha permanencia hasta terminar convirtiéndose en hijos del país, como en hermanos de quienes pasaron a ser afiliados de una expresión gremial que ahora tiene ante sí, la exigente tarea de concebir y desarrollar nuevas formas de comercializar repuestos para el sector automotriz en general.