A pocos días de que el empresariado formal y organizado venezolano celebre del 20 al 23 de julio en Maracaibo la 79 Asamblea Anual de Fedecámaras, la expectativa del hecho institucional, como era de esperar, se plantea alrededor de lo se suscitó durante los dos últimos años y, desde luego, lo que se cumplió y se dejó de cumplir.
Y va a ser así, en vista de que de esa manera se ha expuesto siempre lo tradicional cuando se genera este ya histórico cambio de autoridades gremiales en el empresariado del país, sin que se haya producido a la par un cambio de gobierno. Además de una alternabilidad general impedida de incidir en lo que, previamente, se estimó que sucedería, pero que se tradujo en no mucho más que la multiplicación de reuniones, de ciertos encuentros nacionales e internacionales.
También en la difusión de balances que no pasan más allá que de propósitos bien concebidos, y de alcances de objetivos que no se tradujeron en lo que el país esperó que se convertirían en una real materialización de estrategias.
La orientación y tratamiento del hecho siempre histórico, porque así lo ha juzgado y considerado el empresariado venezolano, reviste en esta oportunidad una connotación del mayor interés. Ya que, después de que hace dos años la Federación de Cámaras difundió las bases de la que, a su juicio, se traducía en un cambio de fondo de la propuesta empresarial, tratándola desde su alcance de nueva estrategia de desarrollo, la que ahora se convierte en una especie de replanteamiento de sector privado, sin duda alguna, insta a una innegable valoración de cambios en la economía del país.
Ahora, ¿qué traduce realmente para dicha alternativa cuando un organismo empresarial privado, como es el caso de la Cámara Nacional de Comercio de Autopartes (Canidra), con una trayectoria de más de medio siglo de desempeño gremial dentro y fuera del país, le atribuye un tratamiento excepcional al análisis de lo que traduce el caso expuesto por Fedecámaras?.
Desde luego, es la propia concepción que la representación gremial y la estructuración de la Cámara ha tenido a lo largo de su historia. Y se trata de que no pueden ni deben ubicarse a distancia del compromiso que representa optar por una nueva estrategia innovadora empresarial en función de futuro, cuando el máximo organismo empresarial del país, Fedecámaras, decide dar pasos institucionales dirigidos a propósitos de avanzada.
No debe olvidarse que tal fin lo expuso la Federación, cuando señaló que el camino hacia el futuro nunca será un atajo. Porque no se construye familia, no se construye empresa, no se construye nación, tomando atajos. “El concepto de futuro es lo que debería ser el tema central de esta reflexión, dirigida a anticiparnos, a que podamos entender lo que vamos a hacer, el porqué de lo que estamos haciendo, y de dónde viene la convicción del camino que tenemos que seguir”.
Para Canidra, internamente, hay claridad de fines, propósitos y de precisión de finalidades. Inclusive, cuando el país avanza en su devenir económico y se ubica en la mitad del año productivo en curso, es inevitable que el empresariado se encuentre repentinamente con las dudas que traduce la incógnita económica de dicho lapso.
Pero el hecho no impone la obligación de retroceder, sino de entender en qué consiste la importancia de visualizar el alcance de las exigencias del país. Y tales exigencias, lo que plantean, es que el empresariado tiene que ser perseverante, afianzar las bases del sector privado en general, y de responder con eficiencia ante las demandas del mayor empeño.
Desde luego, ante lo que se pone de manifiesto en el segundo semestre del año en curso, los hechos, en sí mismos, esgrimen que las exigencias del país demandan mayor empeño de parte del empresariado privado. Es decir, avanzar, si las condiciones lo permiten. Y dar pasos en función de evolucionar, pero no plantear cambios si no hay metas claras y si el hecho no es cierto.
Lo innegable es que el concepto de la incógnita económica, es un reto en su evaluación, su comprensión y en su interpretación. Y si el tema adquiere otras interpretaciones cuando se le relaciona con el factor monetario, es por el hecho del comportamiento que adquieren en el mercado de trabajo, el uso de los instrumentos monetarios como elementos de trabajo, es decir, el bolívar y el dólar, además de los componentes fronterizos.
En cuanto a Canidra y el desempeño de sus afiliados, además del desenvolvimiento comercial a futuro, no dejan de hacer ruido el comercio informal de autopartes, el interés que se mantiene en el país con el dinamismo del comercio ajustado a la legalidad, y la presencia en el territorio nacional de modalidades de venta que siguen avivando entregas ajustadas a lo informal.
Desde luego, hay ruidos positivos apegados al extraordinario interés que ha generado la colocación en el mercado, por vía de comercio internacional, de la instalación en el mercado de autopartes promovido por una Exposición apuntalada por la seriedad promovida por Canidra. Y, sobre todo, por un considerable número de Representantes de Marcas que se resisten a dejar sin atención la demanda venezolana de repuestos para automóviles.
Por lo pronto, y si de un tema de incidencia impactante habrá amplio ruido en materia de autopartes en los meses venideros, sin duda alguna, queda planteado lo que habrá de dejarse sentir con lo que suceda durante el desarrollo de la Asamblea Anual 79 de Fedecámaras en Maracaibo.
Registra un hecho específico, es verdad. Pero también lo que significará el propósito que se está planteando entre el 20 y el 23 de julio promovido por el empresariado formal y organizado venezolano.
Es un reto que, en honor a la realidad de lo que significa y traduce el evento, compromete al siempre reconocido espíritu gremialista zuliano. Sin embargo, los hechos y el alcance del trabajo institucional, por igual, involucran a cada una de los dirigentes privados activos, y que deben sentirse comprometidos con el alcance de lo que dice y traduce el hecho de ser dirigente empresarial, creer en la empresa privada y en el reto que abarca el esfuerzo de los emprendedores formales y organizados venezolanos.
Edecio Brito.